Las ventanas como puente entre el pasado y el presente.
La Villa Barbò Pallavicini de Monza, hoy sede del renombrado Colegio Guastalla, data de principios del siglo XIX y necesitaba nuevas ventanas que pudieran ofrecer una excelente prestación aislante sin sacrificar su estética original. Finstral dio la respuesta perfecta: ventanas de PVC con un aspecto muy similar a las antiguas ventanas de madera lacadas de blanco. Pero en términos de aislamiento térmico y estanqueidad ofrecen una mejora considerable gracias a un núcleo de PVC, tercera junta coextrusionada y esquinas soldadas.
Finstral no sólo convenció por su extraordinaria modularidad, su diseño personalizado, sus equipamientos funcionales innovadores y sus eficaces sistemas de montaje. La gran flexibilidad y la colaboración necesaria en fase de montaje también desempeñaron un papel decisivo en el éxito de la sustitución de las ventanas. En este proyecto, las ventanas se convierten en un puente entre el pasado, el presente y el futuro.
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